martes, 5 de enero de 2021

Patternmaster

Esta es la última parte de la serie de novelas Patternist de Octavia E. Butler. Es la primera que escribió y a partir de ella se desarrolló ese universo de los telépatas y los telequinéticos.

En este volumen sí nos centramos en un Pattern, es decir, en un grupo de telépatas unidos por un Patternmaster. Sin embargo, apenas se menciona de pasada el origen con la "primera familia" y Mary: me hubiera gustado saber más acerca de cómo lograron sobrevivir sin ayuda.

Ralay es el Patternmaster y está a punto de morir. El sucesor debería ser uno de sus descendientes: el más poderoso y el que tenga más habilidades para ser líder. Coransee ya tiene su propia casa con telépatas y mutes, se considera a sí mismo la mejor opción para ser el sucesor. Sin embargo, a su casa llega Teray, un chico recién salido de la escuela, quien resulta ser su hermano "completo" y por lo tanto una amenaza para sus planes.

Además de la lucha por el poder de convertirse en el Patternmaster, los telépatas deben enfrentarse con los Clayarks: los descendientes de los "infectados" que conocimos en la novela del mismo nombre. No nos queda claro por completo cuáles son los motivos de este enfrentamiento: ¿es el territorio solamente? ¿Es el poder que tienen los telépatas? Me hubiera gustado saber un poco más de sus motivaciones.

La narración siempre está desde el punto de vista de los telépatas, en especial el de Teray. Con él vamos descubriendo cómo funciona una casa, qué labores cumplen los mutes, los externos, las mujeres y el resto de los habitantes. Al paso de los días se da cuenta de que no quiere ser como Coransee pues desaprovecha oportunidades por no perder su estatus.

Me gustó cómo Teray, a pesar de tener grandes habilidades y el potencial de desarrollar más, no es prepotente como Coransee sino que quiere aprender para ser poderoso pero también para proteger a las personas que formen parte de su casa en un futuro.

Mi personaje favorito es Amber, una sanadora, quien acompaña a Teray en gran parte de su camino pero nunca de ser ella misma. A diferencia de los sanadores que viven en una casa específica, ella es nómada: viaja a través de los sectores y se queda en diferentes casas, con el objetivo de algún día tener la suya. 

Comprendo por qué hacer las otras novelas que sirven de explicación para llegar a este punto de la historia, sin embargo, creo que también funcionan por separado: en el caso de Wild Seed y Mind of my mind es cuando sí se nota la unión y la continuidad, mientras que en las otras se unen por cabos muy delgados.

Una historia sobre crecer y encontrar su propio camino, sobre desarrollar el potencial individual sin dejar de lado el beneficio de la comunidad; puede leerse de forma independiente y que quizá de esa manera se disfrute más.



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