Kiley Reid es la autora de esta novela, que además es parte del Club de lectura de Resee Whiterspoon, así que tiene muchas buenas opiniones.
Se trata de la historia de dos mujeres que en apariencia no tienen nada en común: Alix y Emira. La primera es una mujer que tiene su propio negocio, está casada, tiene dos hijas pequeñas y recién se mudó de Nueva York. La segunda es una chica de 25 años que no sabe hacia dónde irá su vida, consigue trabajar como niñera de Briar, la hija mayor de Alix, y tendrá una relación muy significativa con la niña.
Las dos protagonistas tienen sus altibajos tanto en el desarrollo de la trama como en su pasado, la dos tienen dudas y la manera en la que deciden resolverlas es lo que las definirá no solamente ante los demás, sino ante sí mismas.
El racismo es un tema que está presente desde el primer capítulo y se va desarrollando no solamente a través de la relación entre las protagonistas: Kelley, el interés amoroso de Emira, quien tener una atracción por personas áfrico-americanas; las amigas de Alix, una de ellas también áfrico-americana, la cual es presentada como su "pase" para no ser considerada racista.
La revelación que une a las mujeres me tomó por sorpresa: la manera en la que cada una de ellas reacciona a esa nueva unión revelará cómo su carácter las puede sorprender incluso a ellas mismas.
Una historia sobre cómo una misma situación se puede interpretar de distintas maneras, sobre el ser fiel a uno mismo y sobre las injusticias que siguen existiendo en el mundo.
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