jueves, 16 de julio de 2020

Pequeños fuegos por todas partes

En mi lista tentativa de lecturas para el Veranothon 2020 organizado por Alex y Ari, las chicas del Club amor a primera línea, elegí este libro para la consigna con los colores del maratón de lectura.

Celeste Ng es una autora a quien tenía muchas ganas de leer y no me decepcionó.

Esta historia trata de una familia que en apariencia es perfecta: la mamá es periodista, el papá es abogado y cada uno de los 4 hijos tiene talentos que explotar. Luego conocemos a otra familia que es lo más lejos de la perfección: una mamá artista que lleva a su hija adolescente de un lado a otro con tal de llevar a cabo sus proyectos de fotografía. 

Al principio no sabía para dónde iba la historia pero conforme leí las vidas de los personajes, no pude dejar de leer: quería saber qué iba a pasar para llegar al momento que nos presentaron al inicio: esos pequeños fuegos por todas partes no surgieron de la nada sino que fueron provocados.

No me esperaba para nada la historia de Mía Warren: me sorprendió, me dejó pensando, me pareció una manera exacta de unir el pasado con el presente de la narración. Su hija y las chicas de la otra familia la ven desde distintas perspectivas y así nos podemos hacer una imagen más completa de ella. Sin embargo, con la investigación de Elena, todo sale a la luz y es imposible volver a verla de la misma manera.

Cada uno de los personajes tiene tal encanto que es muy difícil para mí escoger cuál sería mi favorito. Además creo que funcionan como un solo ente: si uno de ellos fuera diferente, la historia no sería lo que es: incluso con las diferencias que parecen tan evidentes entre las familias, su relación es completamente creíble.

Me gustó mucho la forma de narrar, los personajes, las revelaciones, todo. Creo que el entusiasmo por esta novela está justificado. Ahora a buscar la serie para ver cómo se imaginaron ellos a los personajes.


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