domingo, 19 de julio de 2020

La fórmula preferida del profesor

Yoko Ogawa es una escritora japonesa de quien no sabía nada y cuya novela me gustó mucho: no solamente habla de la relación entre los protagonistas, sino que presenta de una forma muy amena diferentes conceptos matemáticos, que crean en el lector las ganas de saber más de esa ciencia.

Al principio la relación entre la asistenta y el profesor es profesional pero conforme avanza el tiempo, ella se empieza a fascinar por las explicaciones matemáticas y se interesa por aprender más. Luego aparece su hijo de diez años y el profesor se encariña con él de tal manera que su vida cambia después de conocerlo: "él pensaba que los niños eran los átomos necesarios e imprescindibles para nosotros, los adultos, Creía que su existencia, aquí y ahora, se debía también a los niños".

Las matemáticas no solamente son los cálculos y los misterios que va resolviendo el profesor, sino el modo en el que él se sigue conectando con el mundo: "los números eran la mano derecha que tendía para estrechar la del prójimo y, al mismo tiempo, un abrigo para resguardarse a sí mismo".

El estudio del profesor y sus explicaciones de las propiedades de los números crean un vínculo entre la asistenta, su hijo y él mismo: "La verdad eterna que no se deja influir ni por la materia, ni por los fenómenos naturales, ni por los sentimientos, no puede verse con los ojos. Las matemáticas pueden esclarecerla y expresarla".

Además de los números, el niño y el profesor comparten el gusto por el beisbol. Sin embargo, no será sencillo tratar ese tema por las condiciones de la memoria: su último recuerdo es de 1975 y es incapaz de retener los nuevos datos. De todas maneras, escucharán los partidos y las explicaciones del profesor, incluso irán al estadio y el profesor le hará un regalo especial al niño.

Me gustó mucho cómo la relación entre los protagonistas va evolucionando de manera natural, a pesar de sus diferencias van encontrando puntos de encuentro que serán reforzados y continuarán durante toda su vida.

Una historia sobre los números y sobre la identidad personal, sobre conectar con alguien que en apariencia no tiene nada en común.
























Esta lectura es parte de la dinámica de lectura Insolente bingo violeta organizado por Stiby y Kami.


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