jueves, 25 de julio de 2019

Los ojos del perro siberiano

En mi lista tentativa de lectura para The reading rush anoté esta novela para la consigna "leer un libro que tenga cinco palabras en su título".

Se trata de la historia de un puberto cuya vida se ve trastornada cuando su hermano Ezequiel muere: en estas páginas nos narra desde unos meses antes de que eso suceda. Asistimos a la evolución no solamente de sus relaciones familiares sino también con su mejor amigo, Mariano, y en general con sus compañeros de escuela.

El protagonista pertenece a una familia de clase media alta que vive en el barrio de San Isidro en Buenos Aires y cuya vida transcurre en un ambiente cuidado: sus compañeros de escuela pertenecen a familias que han sido amigas desde varias generaciones atrás, conoció a su mejor amigo desde que eran prácticamente bebés y con él ha pasado todos los momentos  importantes de su existencia.

Por eso cuando Ezequiel, su hermano 13 años mayor que él, se va de la casa y deja de ser nombrado, el protagonista sabe que algo no va bien. Los primeros años de la ausencia de su hermano no fueron relevantes porque él apenas tenía 5 años pero en cuanto llega a la pubertad su interés se incrementa y empezará una relación fraternal que ya no tenía contemplada y que será más breve de lo que esperaba: "es terrible darse cuenta de que uno tiene algo cuando lo está perdiendo".

El personaje de Ezequiel es misterioso y por eso provoca la curiosidad tanto del protagonista como de los lectores: nos van dando a cuentagotas su información y hay muchos datos que seguiremos sin saber, pero eso no impide que sea mi personajes favorito: empieza a ver la vida desde otro ángulo cuando lo diagnostican con una enfermedad mortal (por lo menos en aquella época) y eso lo transforma: pasa de ser el hijo de familia modelo a ser una persona aparte, con deseos y defectos como todos.

En cuanto a los padres, de la mamá sabemos más por sus aficiones a cocinar y mantener su jardín con hierbas aromáticas pues su opinión siempre está supeditada a la de su esposo. El papá es un hombre que tiene muy claras sus ideas sobre todo: cómo debe ser un padre, un hijo, una vida exitosa. Y cuando Ezequiel sale de ese molde, llegará casi a desconocerlo.

Mención aparte merece la abuela, quien vive en el campo pero está presente en la vida de sus dos nietos, a veces incluso sirve de enlace entre ellos. No se deja intimidar por las opiniones del padre y sigue las propias, dándole al protagonista un modelo a seguir.

También quisiera mencionar a Mariano, quien había sido el mejor amigo del protagonista hasta que le cuenta sobre la enfermedad de su hermano y reacciona como la mayoría de las personas: con rechazo, no solamente hacia el enfermo, sino también hacia su amigo, si bien le mantiene la "lealtad" al no contar en la escuela el verdadero motivo de haberse distanciado, después de haber crecido juntos.

Una novela sobre la familia, el amor fraternal y el descubrir la propia identidad, muy recomendable para todo tipo de lectores.


2 comentarios:

  1. He leído buenas críticas, habrá que darle una oportunidad.

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    1. Sí vale mucho la pena, sigue siendo muy actual la temática.

      Gracias por comentar :)

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