Leila Guerriero es una periodista que ha investigado diversos contextos. El primer libro que leí de ella fue Una historia sencilla acerca de un bailarín de malambo.
En este libro, la autora va a La Heras, un pueblo en la provincia de Santa Cruz en la Patagonia, Argentina. Ahí parece que el tiempo se ha detenido, o más bien, el tiempo transcurre según el capricho de los negocios que funcionen. Sus habitantes han aprendido a encontrar su propio ritmo pero hay algunos que no lo logran.
En un par de años, hubo una gran cantidad de suicidios y ese hecho es el que nos comparte en este libro: entrevistas con los familiares, los vecinos; descripciones de los lugares y los hechos; la reconstrucción de lo que fue.
Lo que más me impresionó del libro no son los suicidios en sí, sino la manera en la que el pueblo entero reaccionó ante ellos: se fueron volviendo parte de su vida y los aceptaban como aceptaban el cambio de las estaciones.
Una de las citas que más me dejó pensando: "Es que vivir cuesta, y generalmente se piensa que morir no cuesta nada".
Una serie de testimonios que conmueven y que llevan a reflexionar acerca de las decisiones que se toman de manera individual tienen repercusiones sociales.
Para el reto de lectura Voces femeninas que organiza Babelio este libro cumple con la consigna: libro de crónicas.
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