Su fecha de nacimiento es en 1980 y a partir de ahí se narra no solamente las situaciones que atravesaron ella y su familia sino también los hechos de Corea del Norte. De ese modo, pude completar la línea de tiempo que empecé cuando leí La isla de las mujeres del mar de Lisa See.
En cada una de las partes, uno como lector piensa que ocurrirá algo mil veces peor que lo que se relata, sin embargo, dentro de todas las posibilidades. Hyenseo logra no solamente salir del país y sacar a su familia, sino formarse una vida con objetivos propios.
Al estar leyendo no podía de dejar de imaginarme el paralelo de mi propia historia, pues nacimos con un año de diferencia y pensar lo que yo estaba experimentando en ese tiempo le dio otra dimensión a mi experiencia con este libro.
Es increíble como en una época tan cercana a la actual sigan sucediendo estos hechos, no se trata solamente del entorno político sino de la forma de reaccionar de las personas de la vida cotidiana y cómo la ideología está tan enraizada que los cambios no son posibles.
Cada una de las partes de la narración se relaciona con las etapas de su vida en las que se vio orillada a cambiar de nombre y al mismo tiempo, reinventarse a sí misma para seguir viviendo en otros países y con otras personas.
Una historia cruda sobre una realidad que quisiéramos ya no se repitiera.
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