Martha Wells es una escritora estadounidense que ha ganado los tres premios más importantes de ciencia ficción: Hugo, Locus y Nébula.
En esta segunda parte de la serie Los diarios de Matabot el protagonista parece tener un talento especial para meterse en problemas. Después de que en la primera parte esta SegUnidad (un robot diseñado para salvaguardar a los humanos en las misiones fuera del planeta) dejara de trabajar para sus fabricantes, busca resolver el misterio en las minas donde murieron 57 personas: para lograrlo, se sube de incógnito en una nave de cargamento cuya inteligencia artificial le ayudará a realizar las modificaciones necesarias en su apariencia y parecer un humano con mejoras.
Matabot sigue siendo un personaje simpático pero tiene que tomar decisiones que lo conflictúan: por un lado quiere ser libre y dejar de proteger a los humanos pero por otro lado se da cuenta de que en medio de su investigación no puede ignorarlos y que por su inacción salgan lastimados.
El sentido del humor de Matabot sigue estando presente tanto en los comentarios que expresa como en los pensamientos que comparte: al tratarse de un narrador en primera persona podemos ver sus reacciones al momento y así comprender sus acciones con más facilidad.
ART, la inteligencia artificial que controla la nave, será un apoyo inesperado en esta parte de su viaje y le ayudará a ver la situación desde otras perspectivas para encauzar su investigación.
En cuanto a los seres humanos, no son de gran ayuda por sí mismos sino por los hechos que le ayudan a descubrir y las pistas que le van dando.
Una buena continuación de las aventuras de Matabot pero que nos deja con más preguntas que respuestas.
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