Boris debe hacer lo posible por adaptarse una vez más a un nuevo contexto y lo va logrando con ayuda de su compañera de asiento del autobús escolar, Lupita. Ella es una niña que ama a su país y le cuenta de hechos, festividades y lugares que le ayudarán a conocer y aprender a querer este nuevo ambiente.
Me gustó mucho la manera en la que se describen los lugares de la Ciudad de México, desde los ojos de un recién llegado y desde la perspectiva de la niña. Un dato extra que me encantó fue el elemento de los ajolotes: son uno de mis animales favoritos y la forma en la que se integran en la historia es perfecta: son un símbolo de lo mexicano y de las cosas positivas que Boris encuentra en su recorrido.
Mi personaje favorito fue Mimí, la hermanita de Boris, quien conserva su forma de hablar para recordar a su mamá, usa su laptop para ayudar a su hermano y está ahí siempre para apoyarlo. Me hubiera gustado saber un poco más de su propio proceso de adaptación a México.
Una historia sobre los cambios y cómo afrontarlos de la mejor manera, sobre algunos aspectos positivos de México y cómo se pueden mejorar otros que no lo son.
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