miércoles, 24 de octubre de 2018

Relojes de sangre

Una distopía que me recordó a El cuento de la criada de Margaret Atwood: situado en un futuro no muy lejano, en Estados Unidos se ha aprobado una ley que considera que un bebé siempre requiere a un papá y una mamá para desarrollarse, así como otra ley que prohíbe la fertilización in vitro.

En este ambiente que nos recuerda a la Edad Media conocemos a cinco personajes:
La curandera, una mujer que ha recibido conocimiento ancestral para el uso de hierbas y frutos, y por eso se considera peligrosa. Tendrá una relación muy cercana con otra de las protagonistas.
La biógrafa una profesora de bachillerato que está escribiendo una biografía de una exploradora del Ártico, ella desea por sobre todas las cosas ser madre pero el tiempo no está a su favor, además de que no tiene esposo.
La exploradora, una mujer adelantada a su época que se vio forzada a dar sus descubrimientos a un hombre para que pudieran ser conocidos.
La esposa, una mujer que tiene dos hijos un matrimonio que ya no le satisface, deberá tomar decisiones complicadas.
La hija, una adolescente que apenas empieza a comprender la complejidad de ser mujer.

La narración va intercalando a las protagonistas y poco a poco vemos cómo todas se irán conectando para formar un mosaico de la vida de las mujeres en este futuro: siguen siendo pocas las opciones, poco el derecho sobre el propio cuerpo y muchos los factores a tomar en cuenta para tomar hasta la mínima decisión.

Me gustó mucho cómo está narrada, el estilo le va dando su propia voz y su propio ambiente a cada protagonista. Mi personaje favorito fue la biógrafa, si bien me identifico con ella en la profesión, su ansia maternal no, pero eso no me impidió sentir empatía y comprender sus dilemas.

Una lectura muy recomendable para seguir reflexionando sobre hacia dónde vamos en cuanto a derechos para las mujeres.


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