Sayaka Murata es una escritora japonesa quien ganó varios premios en su país por esta novela, incluido el Premio Akutagawa.
Se trata de la historia de Keiko Furukura una mujer de 36 años que trabaja en una tienda de conveniencia y que tiene dificultades para encajar en lo que se espera de ella. En la narración se entretejen algunos episodios de su infancia y aunados a las reacciones de su hermana, vamos entendiendo la situación de Furukura.
Shiraha es un personaje antipático desde el principio pero que sirve como catalizador para que Keiko pueda tomar decisiones en su vida. Él es la encarnación de todo aquello que ella no comprende: las exigencias de la sociedad en general y de sus conocidos y familiares en particular; las formas de relacionarse con su comportamiento y el contraste con las expectativas que ellos piensan que se deben cumplir.
La protagonista es una mujer que hace lo posible por encajar: estudia las expresiones, la voz y los gestos de los demás para encajar aunque eso no sea lo que desea. Sus observaciones acerca del mundo y de las personas son ácidas y tienen un humor único que no es para cualquier público. El desenlace me dejó satisfecha pues es congruente con ella misma.
La historia me dejó pensando la reflexión acerca de la misión en la vida de una persona y cómo cada uno encuentra su camino, ya sea a través de complacer a los demás o verdaderamente al conocerse a sí mismo.
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