Alejandra Torres es una escritora mexicana quien ganó en 2010 el Premio Fenal-Norma con su novela Azufre y sal. Me di cuenta de que el libro que leí es la segunda parte de la historia, tal vez por eso algunas de mis consideraciones habrían sido diferentes si hubiera leído la primera parte.
Se trata de la historia de Mateo un chico que en apariencia es igual que cualquier otro: está iniciando sus estudios universitarios, terminó con su novia y su mejor amigo tuvo un accidente. Sin embargo todo esto se complica cuando nos enteramos de que es un demonio con una misión.
No pude evitar las comparaciones con Hush hush una saga que leí hace unos años por pura curiosidad y que me mantuvo entretenida. En este caso a los personajes les hizo falta carisma para que yo como lectora me sintiera involucrada en sus peripecias.
Me gustó cómo se plantea la lucha entre el bien y el mal no tanto como un hecho del destino sino como una serie de decisiones que se van tomando a lo largo de la vida que influyen en el desenlace de cada persona (o ángel o demonio).
Una historia que seguramente les atraerá a los pubertos con cuyos personajes pueden sentirse identificados y querer saber más de ellos.
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