viernes, 6 de diciembre de 2019

Imagina que no hay cielo

Antonio Malpica es uno de mis autores favoritos de literatura infantil y juvenil. El primero de sus libros lo leí justo cuando empecé a dar clases en el colegio: en una tarde me leí "A donde no conozco nada" y a partir de ahí busco sus títulos con emoción.

Cuando supe que iba a tener varios libros nuevos para la FIL Guadalajara 2019, me emocioné. Y esa emoción creció cuando me enteré de que iba a haber un club de lectura Leo con once para comentar uno de esos libros. Sin dudarlo me anoté a la actividad y empecé a leer. Estuve compartiendo en mi cuenta de Twitter citas e impresiones conforme avanzaba en la lectura.

En esta historia conocemos a los hermanos Oroprieto: José Ernesto, José Jorge, José Guadalupe y Candelaria, todos adoptados por Mamá Oralia. Cada uno era más travieso que el anterior y por ello se ganaban castigos ejemplares que incluían rezar y rezar. Cuando llegan a la mayoría de edad todos ponen pies en polvorosa y no se vuelven a ver hasta que José Jorge alias Jocoque, tiene un negocio a la vista: se encontró a un sujeto que es idéntico al Papa Juan Pablo II. A partir de ahí los enredos se multiplicarán al mismo tiempo que las posibilidades para que la operación "Sopa de papa" sea un éxito.

Durante una semana volverán a convivir bajo el mismo techo no solamente los hijos y la madre, sino también un par de nietos: sus pasos serán seguidos por medio pueblo, ávido de tener un momento con el Papa.

Desde el momento en que pusieron los pies en la casa de Mamá Oralia, me imaginé lo peor: regaños y castigos en cuanto se descubriera el engaño. Pero las cosas tomaron un giro que no me esperaba y que disfruté mucho.

El par de hermanos son personajes que solamente buscan su propio beneficio y a pesar de eso nunca pretenden dañar a los demás. Cande, quien se integra de manera azarosa, esperaba también beneficiarse pero no vio en lo que se estaba metiendo.

Mi personaje favorito es Leslie, hija de José Ernesto, voz de la cordura en medio del caos, más sensata que sus parientes, lista y sensible, será quien tenga un papel esencial tanto para el inicio del plan como para su culminación.

En cuanto a Mamá Oralia, es un personaje que a primera vista goza con los regaños y castigos que impone, pero de quien iremos descubriendo hechos del pasado que la hicieron actuar de tal manera hasta llegar a la transformación final.

Una novela divertida, con muchos momentos de risa (tanto nerviosa como gozosa), con una familia peculiar que nos muestra que las diferencias al final del día no lo son tanto.


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