Se trata de la historia de un par de hermanos que viven durante la época de la Revolución Mexicana con su abuelo pues sus padres ya no están. La comida empieza a escasear y los problemas a aumentar pues su abuelo se enferma y además llega un forastero que asume una personalidad que no le corresponde.
Me gustó mucho la relación que se establece entre este forastero y el par de niños, cada uno de diferente manera se acercará a él y obtendrá diferente información que les será útil en el futuro.
Como siempre, Antonio Malpica es un gran narrador: no solamente nos vemos en la época sino en la piel de los personajes, quienes tienen cada uno su propia personalidad: está Héctor el hermano mayor quien se siente responsable por toda la situación y sobre todo por Flor, su hermana pequeña quien no ha hablado desde hace mucho pero eso no quiere decir que no ponga atención a lo que la rodea.
En cuanto a los adultos de la historia está el abuelo Nabor quien incluso en medio de su enfermedad sigue al pendiente de sus nietos y el forastero, personaje que encarna todo el misterio que hasta ese momento habían conocido los niños protagonistas y quien será el que movilice sus acciones.
Una historia sobre el amor fraternal, sobre vencer los miedos y sobre una época de la historia de nuestro país.
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