Alas negras

Es la segunda parte de la historia de Ahriel, un ángel que es engañada y llega la prisión de Gorlian donde cambia radicalmente su naturaleza. Ahora está fuera de la prisión pero deberá enfrentarse a los cambios que hubo en el mundo mientras ella estuvo prisionera y deberá decidir cómo actuar.

A pesar de que hay muchos personajes nuevos, la historia está llena de acción y de eventos que, una vez más, llevarán a Ahriel a tomar decisiones que la alejan de lo que significa ser un ángel. La combinación de los lugares donde se va desarrollando la trama, junto con la colocación de personajes fuera de su entorno habitual, permiten que la evolución sea más rápida que en la primera parte.

El secreto por el cual debe hacer tratos con demonios y con Marla, la humana a quien debía ayudar a criar y proteger, es coherente con lo planteado en la primera parte, Alas de fuego. Si bien ese detalle es el pretexto para tener esta segunda parte, hay muchos otros asuntos que se resuelven y le dan un sentido de cierre a los personajes.

Mi personaje favorito es Zor. El modo en el que se nos presenta a los lectores y cómo junto con él sentimos y reaccionamos ante el resto de los personajes lo convierte en un ser entrañable. Es quien más cambia en la historia y quien más deseamos que tenga un final feliz.