Esta es la primera parte de la historia de Ahriel, "un ángel femenino cuya misión consiste en proteger y educar a la joven Marla, reina de Karish. Sin embargo, y cuando menos lo espera, Ahriel es traicionada por su protegida y arrojada a la espantosa prisión de Gorlian, de donde nadie ha escapado jamás."
El estilo de esta narración, sin ser igual a Memorias de Idhún sí recuerda mucho a la forma de crear los ambientes y colocar a los personajes en situaciones incómodas para ver cómo reaccionan, de esa manera nos encontramos con seres que no se quedan estáticos y que se ven en la necesidad de cuestionar sus creencias y sobrepasar sus límites.
Ahriel al principio de la historia es un ángel que tiene muy clara su misión en la vida pero cuando es traicionada debe replantearse toda su existencia. Me gustó mucho acompañar a este personaje en su camino para encontrarse a sí misma.
Mi personaje favorito es Bran otro de los prisioneros en Gorlian. Al igual que Ahriel él ha tenido que modificar su perspectiva de la vida. Juntos tendrán que enfrentarse a varias pruebas que fortalecerán una relación que los beneficia a ambos. Me gustó su carácter y su actitud ante los problemas.
En cuanto a los antagonistas la que más me sorprendió fue Marla, a pesar de que desde el inicio muestra sus verdaderas intenciones, cada decisión que toma es peor que la anterior. Ella es el catalizador perfecto que Ahriel necesita para fortalecerse y avanzar en su travesía.
Me sorprendió mucho la revelación acerca de la prisión y todos los personajes que están ahí atrapados: los engendros son ese tipo de seres que seguramente volveré a ver en alguna pesadilla.
Veremos qué le depara el destino a Ahriel en la segunda parte, Alas negras.
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