Este libro es la segunda parte de la historia de Lauren Olamina, fundadora de Earthseed, contada en La parábola del sembrador escrita por Octavia E. Butler.
La narración se divide en el presente desde la perspectiva de Larkin/Asha la hija de Lauren, los fragmentos del diario de Lauren y de su esposo, así como de su hermano. En los fragmentos del diario la historia sigue prácticamente donde la dejamos en la primera parte: cómo Lauren y sus amigos crean la comunidad Acorn y empiezan a prosperar, sin embargo las cosas no serán sencillas y deberán enfrentarse a la violencia y las restricciones el nuevo gobierno del país.
En las partes narradas por Asha, nos acercamos a la figura pública en la que se convirtió Lauren y cómo vista desde fuera parecería que su vida es sencilla y lograr sus objetivos ha sido simple. Sin embargo, al combinarlo con sus propias palabras, nos enteramos de la realidad detrás de la imagen de éxito.
La vida de Asha tampoco ha sido sencilla, las creencias religiosas aunadas a las restricciones del gobierno dan como resultado una sociedad donde todo es escrutado a detalle y lo que no sigue al pie de la letra las ideas de la mayoría es denigrado y rechazado.
Marc Duran, el medio hermano de Lauren, ha entrado en este sistema de creencias y gobierno, aunque sus intenciones son buenas, su deseo de pertenecer lo ciega a las evidencias y lo vuelve cómplice de las injusticias que se cometen en nombre de la religión y el gobierno.
Los paralelismos acerca de los políticos y sus ideas en Estados Unidos son escalofriantes: una vez más el futuro narrado es peligrosamente posible en nuestra realidad y eso además de llevar a la reflexión, lleva a buscar un cambio real en el momento presente.
Me gustó mucho el final: Lauren viendo cómo su sueño de salir del planeta se hace realidad y me hubiera gustado mucho que la autora escribiera la tercera parte, tal como lo tenía planeado.
Una historia complicada, con partes difíciles de leer pero con un final esperanzador.
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