viernes, 18 de octubre de 2019

Legado en los huesos

En la segunda parte de la trilogía del Baztán nos encontramos de nuevo con la inspectora Salazar, ya con su embarazo a punto de terminar. Seguimos con el juicio contra Jasón Medina quien se suicida y le deja un mensaje directamente a ella. A partir de ese mensaje Amaia se verá inmersa en un nuevo caso, ahora mucho más personal que los anteriores.

Me gustó mucho cómo se fueron mostrando las pistas, sobre todo de los secretos de la familia de Amaia, cosas que no me imaginaba y que le dan una nueva perspectiva a la figura de su madre. Será este personaje el que tenga una gran relevancia para la historia no solamente por sus acciones del pasado, sino por los engaños que logra en el presente para  poner una vez más en riesgo no solamente a Amaia sino también a su bebé.

James, el esposo de Amaia, merece un comentario individual: no solamente se involucra sin quejas en los cuidados de Ibai, sino que es comprensivo con la profesión de Amaia y la apoya de la mejor manera que puede. Además de eso, no se intimidado por la posición de poder que tiene ella, sino que se da cuenta de lo importante que es para ella.

Una vez más la tía Engrasi tendrá un papel relevante: es una mujer fuerte y lista para enfrentarse a los peligros, me gustaría saber más de su juventud.

Una historia con la que me llevé más de una sorpresa y que me lleva a querer leer la siguiente parte, después de la cual no voy a saber qué hacer con mi vida lectora.




No hay comentarios:

Publicar un comentario