Se trata de la historia de Ana, una puberta de 15 años cuya familia está pasando por una difícil situación económica a raíz de la muerte de su padre. Su madre hace lo posible pero no es suficiente y tienen muchas deudas. Por eso Ana va a la tienda departamental de su barrio, Toby's, para pedir el trabajo de Santa Claus. Para mi sorpresa, la aceptan y ahí empezará la semana más cansada de su vida. Conocerá a Orlando, el guardia de seguridad de la tienda; a Lara, la hija del dueño, descontenta con el trabajo de verano; a Bety, la hermana del dueño y quien le ayudará más de lo que parecer y obviamente a Toby, el dueño. Además está su hermanita, Cecilia, quien es muy callada y a quien le gusta mucho dibujar y Mateo, un amigo de Ana que también está atravesando por una situación familiar complicada.
Veremos la vida desde el punto de vista de cada uno de ellos en diferentes momentos y además se harán saltos en el tiempo, primero al pasado para explicar el momento del presente y luego al futuro, uno de los detalles que más me gustaron en el desenlace: sabemos lo que pasó con todos ellos en varios años y eso le da una sensación de cierre mucho más intensa.
La protagonista me simpatizó: es una puberta que no se queda lamentándose por su situación, sino que sale al mundo a ver cómo puede resolverlo o por lo menos cooperar de alguna manera. Sin embargo, mi personaje favorito es Bety, una mujer que ha dejado que la vida tome las decisiones por ella pero que está dispuesta a cambiar y de paso, ayudarle a Ana.
Una historia muy recomendable ya que si bien es agridulce, el desenlace deja un tono esperanzador que contagia.
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