Conocemos a Hugo, un niño de vacaciones de Navidad sin mucho que hacer, cuyo padre se ha ido a un misterioso viaje de trabajo y cuya madre trata de involucrarlo en actividades más allá de sus videojuegos. Por eso, lo lleva a una librería de viejo para que escoja un libro.Elige uno que parece escrito a máquina más que impreso y lo empieza a leer. El narrador de la historia, Quique, le pide que vaya leyendo la historia día a día, tal y como él la está viviendo. Así que Hugo se va involucrando en el libro, sin imaginar hasta qué punto se relacionará con su propia vida.
Me gustó mucho cómo se intercalaron ambos relatos: por un lado Hugo en el presente viviendo la posible separación de sus papás, los cursos de regularización y los nuevos amigos y por el otro lado Quique viajando en el espacio hacia el primer encuentro de la raza humana con seres de otro planeta.
Ambos narradores tienen su propio encanto, cada uno explota sus propias características que los diferencian y al mismo tiempo les dan puntos de enlace entre los dos.
Una historia recomendable para quienes pasen por ese momento de cambio, para quienes quieran vivir ese encuentro con alienígenas y para quienes deseen un final lleno de esperanza.
Ese nombre realmente llama la atenciòn.
ResponderEliminarY vale mucho la pena la historia.
EliminarGracias por comentar :)