Esta historia es la primera parte de una saga basada en cuentos de hadas clásicos y llevados a la ciencia ficción escrita por Marissa Meyer una autora estadounidense que se dedica a la literatura juvenil.
Se trata de Cinder, una ciborg que se dedica a reparar máquinas y un buen día recibe al mismísimo príncipe de Nueva Pekín para que le repare a su robot de compañía. A partir de ahí su vida dará una serie de giros que la llevan a una situación que nunca esperó.
Me gustó mucho la ambientación de la historia: se va dando a través de los detalles de la vida cotidiana de los personajes y eso me provocó querer saber más y seguir leyendo.Las referencias al cuento clásico de la Cenicienta son y no son obvias: el pie que está a punto de cambiar por uno más nuevo, la madrastra y las hermanastras, el papá que muere desde antes de que conozcamos a la protagonista, su trabajo que implica estar sucia siempre.
La manera en la que está narrada la historia es ágil y los capítulos están llenos de acciones, si bien hay algunos donde los pensamientos predominan, lo cual permite que conozcamos mejor a Cinder y que la acompañemos a vivir la serie de descubrimientos acerca de su propia vida. Debo confesar que más o menos a la mitad de la novela me di cuenta para dónde iba el desenlace, sin embargo eso no impidió no sólo que lo siguiera leyendo sino que en cuanto lo terminé siguiera con Scarlet, la siguiente novela de la saga.
Una historia recomendable para quienes quieran un nuevo acercamiento a personajes y trama conocidos.
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