Mi historia con Christine Nöstlinger se remonta a mi infancia, cuando mi mamá nos leía precisamente esta novela. Luego seguí buscándola y cada vez que encontraba un libro suyo, lo leía.
En este libro conocemos a los Sackmeier una familia integrada por el papá Egon, la mamá Elisabeth, Hanschen, Madi y Gretchen. Tienen una vida común: el papá trabaja, la mamá se encarga de la casa y los hijos de ir a la escuela. Pero todo cambia después de una reunión de excompañeras a la que asiste la mamá: se da cuenta de que su vida puede ser más de lo que es y empieza a cambiar: deja de comer compulsivamente, trabaja para ganar su propio dinero y tiene planes de estudiar para ser asistente social. Obviamente todo esto no le agrada al papá, un hombre que tiene bien claro que su único deber es salir a ganar dinero para mantener a su familia sin preocuparse ni por las labores del hogar ni por los detalles educativos de sus hijos.
Entre las cosas que más me gustan de cómo escribe Christine está la sencillez con la que trata todos los temas: dice las cosas tal como son sin detenerse porque se trate de algo que no se debe hablar con los niños, como el machismo, el divorcio, las expectativas que cambian en la vida.
Es una lectura que también los adultos pueden disfrutar porque además de que los personajes son simpáticos desde el principio, son complejos: no porque el papá tenga ideas machistas es lo único que es, también conocemos otras facetas suyas. La narración es fluida y entretenida, casi sin sentirlo se acaba de leer y quieres saber qué más va a pasar.
Además esta lectura es parte de la iniciativa Leer a Nöstlinger de Donde viven los libros: con la intención de que sea más reconocida y leída esta maravillosa autora. Esperemos también que se traduzcan y publiquen los libros que todavía no existen en español.
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