En este libro la autora, Jessica Crispin, explora desde su punto de vista lo que supone ser feminista en la actualidad. Creo que eso es algo que no hay que olvidar mientras se esté leyendo: es SU punto de vista, desde SU realidad.
Me parece que es indispensable leer a diferentes autoras sobre su feminismo porque además de ampliar mi propio punto de vista, conozco otras maneras de ser feminista. También considero que desde el título lo que se buscaba era provocar una reacción en quien la leyera y por eso desde ahí junto la cita que aparece en la portada, se presenta como una alternativa a lo que se considera que es el feminismo.
Si bien hubo muchas aseveraciones que me parecieron que tendían a generalizar sucesos propios de su esfera personal, hubo otras que me parecieron que también se podían aplicar en la que yo habito:
"Si estás rodeada de gente que se ve a sí misma igual que tú, no tienes que esforzarte en construir una identidad única."
Yo no me desarrollo únicamente en espacios donde se comparta mi sentir y eso ha sido un reto de tolerancia y de respeto hacia otras formas de actuar.
"La siguiente: ¿el feminismo ha creado un espacio para que los hombres asuman características tradicionalmente femeninas en la misma medida en que ha creado un espacio para que las mujeres asuman características tradicionalmente masculinas?"
Creo que este es un cuestionamiento que se puede aplicar en la sociedad donde yo me desenvuelvo, ¿qué tanto se ha estado también modificando el modo de ser hombre a la par que el modo de ser mujer? Creo que todavía nos hace falta mucho en ese ámbito.
"Ahora que el público feminista pone tanto énfasis en la propiedad del lenguaje y la terminología y tiene tan poco interés en la legitimidad y el poder subyacente de las ideas, el discurso feminista carece de profundidad."
Este es uno de los temas que más me han causado escozor en los últimos tiempos: ¿de verdad con cambiar el uso de algunas palabras en masculino cambiaremos la forma de actuar hacia las mujeres? Creo que mi postura se alinea con la de la lingüista Concepción Company quien en varias de sus conferencias se ha pronunciado a favor de cambiar el trato que reciben las mujeres más que cambiar el género de las palabras.
No creo que sea una lectura para iniciarse en el feminismo, ni que deba tomarse como un ejemplo a seguir, sino simplemente como un forma más de ser feminista en este mundo actual.
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