Para el maratón de lectura Cram-A-Thon que va del 22 al 28 de diciembre y es organizado por Julia Sapphire elegí en mi lista tentativa de lecturas para la consigna 6: un libro con plateado en la portada, Macario de B. Traven.
Se trata de la historia de un leñador pobre cuyo único y más grande deseo en la vida es comerse un pavo él solo. Después de ahorrar durante 3 años, su esposa le compra el pavo y lo cocina, le pide que se vaya muy lejos de la casa para que no lo vean sus 11 hijos y pueda comer con tranquilidad. Sin embargo se le aparecen tres personajes que le piden un pedazo de su pavo. Únicamente lo comparte con el tercero y es con quien tiene una conversación que le cambiara por completo la vida.
Entre varias cosas que platican, está la definición de lo que es un museo:
—Perdón, compadre, ¿qué es un museo?
—¡Ah, eso…! Pues te diré, Macario, son grandes salas que en muchos países europeos tienen los gobiernos para exhibir todo lo que han robado de otros países o que se han llevado como botín de guerra de los pueblos vencidos. En algunas naciones de América los tienen para que malos funcionarios tomen lo que les gusta y se lo lleven a su casa.
También platican sobre otros temas y finalmente le da un regalo. Al principio no quiere aceptarlo pero después lo hace y asume las consecuencias. El desenlace y la revelación de quién es este tercer personaje son lo más jugoso de la historia.
A B. Traven lo había leído hace un montón de años en cuentos sueltos, recuerdo muy bien que en los libreros que había en la casa de mi mamá cuando era niña había varios de sus libros y lo que más me llamaba la atención era que no tenía el nombre de pila, solamente la inicial.
A este cuento llegué por la reseña que hizo 313, tan bien hecha, que me dieron ganas de leerlo de inmediato. Quiso la casualidad que el ejemplar que ella mostró justamente tuviera color plateado en la portada, justo para una de las consignas del maratón de lectura.
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