Las edades de Lulú

Para el reto de los juegosde booktube de un libro que haya ganado un premio primero había elegido a uno de los ganadores del Premio Alfaguara pero al final no me convenció. Lo comencé pero no hubo interés de mi parte. Así que para terminar con el reto de los siete libros y empezar a trabajar para mi primera entrada del proyecto Adopta una autora me decidí por "Las edades de Lulú" novela ganadora del Premio La Sonrisa Vertical de 1989.

Había leído la novela hace muchos años poco después de que empecé a leer a Almudena Grandes pero no fue de mis favoritas: prefiero mucho más las historias de sus novelas posteriores, con menos erotismo y más referencias históricas.

La primera cosa que me sorprendió gratamente fue que en el aniversario 15 de la publicación de la novela, como bien lo explica la propia autora en el prólogo, se llevó a cabo una revisión del texto:

"Cuando, a principios del 2004, mi editor, Antonio López Lamadrid, me recordó que ya habían pasado quince años desde 1989 y que deberíamos renovar el primer contrato que firmamos porque la novela se seguía vendiendo, me encontré ante una oportunidad inmejorable para evitar, de una vez por todas, que los dientes me siguieran chirriando cada vez que leyera una sola frase con cinco adverbios de modo terminados en mente. Esa es la justificación de un proceso en el que he pretendido limpiar el texto sin reescribir el libro, es decir, corregir sin hacer trampas."

Yo supongo que la versión que leí cuando estaba en la universidad fue ésa, antes de la mencionada corrección. Así que mi nueva lectura sería de un libro más limpio y más acorde con el estilo de la autora al que estaba acostumbrada.

La historia de Lulú es la de una chica precoz que se ve guiada en el mundo del sexo por un amigo de su hermano mayor, cuando se separan ella busca la satisfacción que le daba esa relación en el sexo sólo para darse cuenta de que, a pesar de la advertencia que le dijo el mismo amigo, el amor y el sexo no son lo mismo.

Tanto el personaje de Lulú como el de Pablo están construidos de una manera gradual: se nos muestran matices diversos que logran que al final del libro tengamos un retrato más o menos completo de ambos. Ella buscó la individualidad que no tenía en su familia con siete hermanos, él buscó una mujer dispuesta a participar en sus fantasías sexuales.

Entre los personajes secundarios destacan por el lado de Lulú su hermano Marcelo, el amigo de Pablo y quien de una u otra manera es el responsable de que haya iniciado esa relación. Marcelo está en contra del régimen, hace protestas y finalmente se va a estudiar a Estados Unidos. Además tiene una intervención posterior en la relación entre Lulú y Pablo al participar en una de esas fantasías. Del lado de Pablo el personaje secundario es Ely, un trasvesti que será parte del primer acercamiento de Lulú al mundo de la prostitución, mundo al que volverá buscando las emociones que tuvo con Pablo.

Mientras leía me fue quedando claro el papel que el sexo tiene para Lulú: primero por supuesto le da placer y ese placer le da poder. Ella se siente poderosa al tener y provocar placer. Más adelante ese poder también se deriva de ser ella quien toma las decisiones: con quién, cómo y dónde tener sexo. Así, un personaje que aparentemente es guiado únicamente por sus pasiones, es también un personaje que tiene un proceso de crecimiento y de empoderamiento.

"Entonces me convencí de que mientras siguiera a su lado nunca crecería, y cumpliría treinta y cinco y luego cuarenta, y luego cuarenta y cinco, y luego cincuenta, cincuenta y cinco, y hasta sesenta y seis, la edad de mi madre, y no habría llegado a crecer jamás, sería una niña eternamente, pero no una hermosa niña de doce años, como cuando vivíamos en aquella casa falsa, enorme y vacía, en la que no pasaba el tiempo, sino un pobre monstruo de sesenta y seis años sumido en la maldición de una infancia infinita.
   La autocompasión es una droga dura. Por eso me marché.
   Pero nunca había podido olvidar que antes, cuando vivía con él, era feliz."

Y es esa felicidad la que la lleva al desenlace de la historia: después de vivir ese proceso, ella decide volver con Pablo para recuperar la alegría.

Una novela con un personaje protagonista fuerte que sigue su propio camino para encontrarse y crecer.