Muy divertida la clase de hoy de kick boxing, me gusta cuando hacemos rutinas y las pegamos porque me doy cuenta de que sí puedo seguirla y de los movimientos que puedo hacer. De niña me enseñaron a sentirme orgullosa de lo que podía hacer con mi cerebro, fomentaron mi gusto por la escuela y lo agradezco pero no me enseñaron lo mismo de mi cuerpo. Hasta ahora, a mis treinta y tantos me voy dando cuenta de lo que soy capaz y poco a poco me siento orgullosa también de mi cuerpo.
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