miércoles, 7 de noviembre de 2012
Día 436
No fui al gimnasio porque fuimos a una funeraria a despedirnos de un tío de mi marido. Es extraña la situación, me da tristeza pero hasta cierto punto siento que no tengo derecho a estar triste, que yo lo conocí muy poco, que son sus hijos y su familia cercana los que deberían estar tristes y no yo. Y luego me acuerdo de esos primeros días, después de anunciar que nos íbamos a casar, cuando fuimos a hacer la visita a la casa de la abuela de mi marido, él estaba ahí por puro azar y nos invitó a comer a su casa, platicamos y me sentí bien recibida. Luego fue uno de los tíos más simpáticos conmigo. Extraño, muy extraño todo lo que siento.
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