martes, 16 de febrero de 2010

Lo de adentro

Además de todas las peripecias para reunir los millones de requisitos para el matrimonio civil, estaba el asunto de la casa y lo de adentro de la casa. Como ya teníamos la casa, ya se había firmado el contrato y toda la cosa, de verdad urgía lo de adentro. El plan era irnos justo después del matrimonio, con todas las cosas de adentro listas y esperándonos para ser utilizadas. Ajá.
Lo primero que hicimos fue hacer viajes de exploración. En los primeros dos no se me ocurrió anotar nada, gran error. En los siguientes, sacaba mi libretita y anotaba todo: marca, modelo, color, precio.


La idea era comprar lo basiquísmo nada más, como la estufa venía en el departamento, sería el refri, la cama, el comedor, la licuadora, la plancha y la sala. Para los muebles ya habíamos elegido el lugar (
http://mueblerialaunica.com/ ) y las cosas, la sorpresa llegó el día que ya íbamos decidimos a hacer el pedido: se tardan 30 días hábiles en entregar. Pánico y terror. Pues ni modo, los precios nos habían convencido, así que igual hicimos el pedido. Afortunadamente, la señorita que nos atendió nos dijo que probablemente la cama la podían entregar esa semana, que le habláramos al día siguiente. Le hablé y después de varios intentos de comunicarme, me dijo que mejor hablara directamente a la bodega. Así lo hice y me dijeron que sí podían entregarla, pero que le s hablara al día siguiente para confirmar. Cuando les llamé me dieron la buena noticia de que estaba la recámara entera y además el comedor. Alegría y felicidad. El único detalle fue que no podían dar horario de entrega así que tendría que irme el sábado toda la mañana al departamento para esperarlos. Y así fue, a las tres de la tarde llegaron, raudos y veloces dos hombrecitos a dejar las cosas. Más alegría y felicidad.


Ahora, para los electrodomésticos, hicimos varios viajes de exploración. La mamá de mi novio ofreció amablemente prestarnos su crédito FONACOT porque ninguno de los dos había cumplido un año en su trabajo y no podíamos utilizarlo. Por precio y por el tipo de crédito decidimos ir a Ekar de gas. Todo bien, escogemos las cosas, pedimos el presupuesto, se lo lleva la mamá de mi novio. Pasan uno dos días y resulta que no puede usar el crédito porque su empresa no había hecho el trámite para dar de alta a sus empleados este año. Pánico y terror. Se fueron los días sin hacer nada, la fecha se acercaba y seguíamos sin nada.


Así que tuvimos que tomar la decisión de comprar las cosas por nuestra cuenta, aprovechando que me había llegado un trabajo de corrección extra. Empezamos una nueva ronda de exploración. Ya habíamos visto que un lugar barato era Ekar de gas. La diferencia con Famsa, por ejemplo, era de varios cientos de pesos. Seguimos nuestra exploración y pasamos a Elektra, aunque mi novio se resistía. Sorpresa, aún más barato. Finalmente, en una excursión que di a Obregón para buscar mi olla lenta, pregunté, más por curiosidad que por otra cosa, en Muebles América. Otra sorpresa: aún más barato, también varios cientos de pesos. Estoy hablando de precios de pago en efectivo, porque los créditos me asustan y prefería usarlos hasta que no hubiera otra opción. Afortunadamente Muebles América abre los domingos y el día que fuimos pedimos casi todo: el refri, el microondas, la plancha y la licuadora. De nuestra lista nos faltó la lavadora y la campana para la cocina, pero creímos que podríamos sobrevivir con eso. El único inconveniente, otra vez, fue el periodo de entrega. Como nada más pueden llevar las cosas por la mañana, tuvimos que esperarnos hasta el siguiente sábado. ¿Alguien podría implementar horarios para gente que trabaja?

Finalmente estaba completo lo de adentro de la casa: los muebles y los electrodomésticos. Alegría y felicidad.

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