Cuando era puberta leí varias novelas de Agatha Christie pero no había leído esta, que es una de las más famosas.
Si bien desde el inicio sabemos lo que va a suceder, la narración está tan bien hecha, que uno no puede ni quiere dejar de leer: ¿cómo será la siguiente muerte?
La historia se trata de 8 invitados a pasar un fin de semana en una isla, cada uno de los invitados tiene diferentes propósitos. A ellos se les une un par de personas contratadas para llevar a cabo las labores de la casa. En la primera noche, una grabación expondrá hechos que cada uno de los presentes realizó y por lo que deben pagar: crímenes, omisiones, complicidades.
Evidentemente nadie acepta su culpa y las cosas se empiezan a salir de control cuando uno de ellos aparece muerto. Como decía, lo interesante del libro es ver cómo cada uno de los personajes va reaccionando a los hechos, tanto los de su pasado como la muertes, así como las reflexiones que hacen acerca de si merecen o no estar en esa casa.
Cada uno de los personajes tiene su propio encanto, sus propios mecanismos de defensa y así como tratan de convencer a los demás de que no son el asesino, también lo intentan con nosotros como lectores y llegaron a hacerme dudar.
Una historia de misterio llena de sospechosos con un final que me hubiera gustado que tuviera más detalles.
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