jueves, 11 de enero de 2018

The hate u give

Desde que se publicó el año pasado estuve leyendo reseñas que decían que era una gran novela. Por unas cosas o por otras no la leí hasta ahora y sí me gustó.

Starr es una chica que ha crecido en un barrio negro marginal pero que asiste a una escuela en un barrio predominantemente blanco y por eso se siente dividida. Debe cuidar cómo habla en cada lugar, las expresiones que usa y la manera de decirlas. No quiere ser reconocida por ser la chica negra violenta o malhablada.

Su vida va más o menos bien hasta que asiste a una fiesta que se pone violenta, sale y se va con un amigo de la infancia en su coche. De repente, una patrulla los detiene, le pide al conductor que le muestre su identificación, como no se la da de inmediato, le pide que se baje. El amigo se voltea a ver si ella está bien, el policía malentiende la situación (debido a sus prejuicios), le dispara y lo mata. A partir de ahí los dos mundos en los que vive Starr van chocando hasta que irremediablemente deben fundirse en uno solo.

Por si eso fuera poco, debe pensar bien si irá a testificar porque su amigo tenía líos con el líder de la banda de venta de droga del barrio. Como el padre de Starr tiene una tienda en el barrio,el también peligra según lo que ella diga a las autoridades.

No me imagino a los pubertos que leen libros de Young Adult reaccionando a esta novela: sí los protagonistas son pubertos pero no nada más los blancos divertidos sino los negros que viven en una realidad muy alejada de la suya. Hay conflictos entre amigas, asuntos amorosos y lazos entre hermanos pero va más allá. Presenta al barrio negro desde dentro, no sé si con toda la profundidad que requiere pero sí me parece un buen acercamiento hacia esos temas.

Starr es un personaje complejo: como puberta tiene arranques, berrinches y rebeldía pero también la vemos madurar y darse cuenta de cosas que siempre estuvieron ahí pero que simplemente no podía ver claramente. El lenguaje que usa es coloquial y permite acercarnos más ella y a su conflicto entre los dos mundos.

Me pareció muy atinado que una de las referencias que menciona de la cultura pop sea la serie de televisión "El príncipe del rap". Es un punto de encuentro que tiene con Chris, el chico blanco que es su novio. Eso y el basquetbol le permite a Starr tener temas neutros que la dejan actuar más como ella misma.

Mención especial para los adultos de la historia. Es complicado que en una novela juvenil los adultos queden bien, en este caso sí lo hacen: la mamá especialmente tiene un vínculo fuerte con ella, son cercanas y pueden platicar pero no por eso pierde autoridad ni deja de ponerle límites y regaños cuando es necesario. El papá por su parte es un poco más permisivo pero también juega un rol indispensable para el proceso de maduración de Starr.

Muy recomendable para sacar a los pubertos de los mismos temas y las mismas historias a las que están acostumbrados.



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