Lorena Amkie es una autora a quien empecé a leer hace varios años con su trilogía Gothic doll. En este libro vuelve al tema de los vampiros pero desde otro punto de vista.
Eli es un chico cuyo padre murió, su madre se volvió a casar y se fue a vivir a Ohio y él solamente quiere convertirse en vampiro. Empezará una serie de preparativos con la ayuda de Fernando, su mejor amigo, y Eva, la chica de quien se enamora.
A simple vista es solamente una historia de un chico introvertido pero es mucho más que eso: la búsqueda de un propósito en la vida (o en la muerte), de la importancia de la amistad y de cómo al familia sigue presente en nosotros, que seguimos vivos.
Mi personaje favorito es Fernando, el mejor amigo de Eli, pues no solamente lo apoya en su conversión sino que lo acepta tal y como es, sin importarle que el resto del mundo lo vea como el raro del salón. Además él mismo tiene su propio sueño, el cual llevará a la práctica al mismo tiempo que reúnen los requisitos para que Eli cumpla el suyo.
En cuanto a las chicas de la historia, ambas tienen una función importante: por una lado Eva, el interés amoroso le ayudará a Eli a darse cuenta de que sí merece ser amado y por el otro Samantha, quien le da las primeras claves para su paso al otro mundo.
Una historia divertida sobre encontrarse a uno mismo y a sus amigos.
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