La herida

Hace mucho que no sufría tanto con un libro y todavía no sé si eso es bueno o malo. Lo empecé a leer con mucho entusiasmo pero me di cuenta de que necesitaba dosificarlo porque después de varios capítulos, la angustia crecía en mí al igual que en la protagonista.

Lucy van Smit es una autora y pintora. En esta novela se puede identificar su amor por las artes en general.

Se trata de la historia de Nell una chica que llega a vivir a Noruega debido a que su hermana mayor debe recibir un tratamiento contra el cáncer. Al ser originaria de Manchester hay muchos elementos culturales que no conoce y por lo tanto no entiende. Además su padre es un hombre difícil de tratar, que parece estar enojado con sus hijas y con la vida en general, que se emborracha y le deja a Nell todas las responsabilidades.

Los primeros capítulos son de angustia acerca de la enfermedad de su hermana, de si funciona o no el tratamiento, de si su padre estará ahí para ayudarle o para estorbarle. Pero luego todo cambia cuando aparece Lukas, un chico que a simple vista es perfecto para Nell: obviamente ella se enamora y ese enamoramiento la llevará a hacer cosas y verse envuelta en situaciones que ni ella ni nosotros como lectores nos esperábamos, con todo y que desde el inicio del libro algunas pistas se van dejando.

La manera de narrar combina la experiencia de Nell en primera persona a través de sus acciones y pensamientos la vamos conociendo; hay otros capítulos en tercera persona en los que se describen las acciones de Lukas y que nos dan mucha más información de la que él le dice a Nell y así, si bien no se justifica lo que hace, por lo menos le vamos dando forma a su tipo de pensamiento.

Creo que la actitud de Nell se puede resumir en esta cita: "Cuando te sientas pequeña, haz algo valiente. El miedo impide que la gente viva." Llega un momento en la historia, en el cual Nell debe tomar esa decisión y la sigue hasta sus últimas consecuencias: en los últimos capítulos el nivel de agobio, de sufrimiento y de dolor que tiene que atravesar es tan impresionante como los paisajes que se describen de Noruega.

Una historia sobre el amor fraternal, familiar y de pareja y como pueden ser violentos y absorbentes: de ahí la necesidad de poner límites y tener amor propio antes que ningún otro.