lunes, 15 de abril de 2019

Restauración

Hace unos años leí Puertas demasiado pequeñas, la novela con la que Ave Barrera ganó el Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo 2013 y hace unos meses leí Una noche en el laberinto, una de sus historias dedicadas al público infantil. Si bien ambas historias tienen su propio tono y su propio ritmo, ya se notaba la voz de la autora.

En esta historia conocemos a la protagonista quien recibe el encargo (como el título lo indica) de restaurar una vieja casona, además se verá envuelta en los líos de la familia de la casa, no solamente en el presente sino también en el pasado, todo con un tono de misterio aderezado con las tiradas de I Ching.

La protagonista no acababa de simpatizarme al inicio pero conforme la fuimos conociendo, por lo menos comprendí un poco más sus actitudes. En cuanto al resto de los personajes, hay uno del que no puedo decir mucho para no soltar adelantos de la historia, que me pareció lo peor de lo peor, llegué a desear que no volviera a aparecer en el libro y eso definitivamente es un acierto desde el punto de vista del desarrollo de los personajes.

La manera en la que se mezclan los tiempos vividos en la casa resultó una de las características más memorables del libro, a pesar de que en algunos fragmentos fue un poco confuso, una vez que se identificaron bien todos los personajes, fue mucho más sencillo.

Una historia que va envolviendo al lector en los muros de la casa por restaurar y lo va implicando en las vidas de quienes ahí habitaron.


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. La casa del lago es mucho más romántica que esta historia.

      Muchas gracias por comentar.

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