Se trata de la historia de Alfredo, un joven que conoce en Nueva York a una chica, Carlota, quien le cambiará la vida sin siquiera darse cuenta. Primero pensé que iba a ser una historia de amores juveniles casi pubertos pero luego, apenas en los primeros capítulos, hubo un salto en el tiempo que transformó la historia que tenía prevista. Alfredo, ya casi por titularse de su carrera, decide investigar el cuadro de El Greco que más le ha cautivado desde aquel encuentro y en esa travesía conocerá a Leo y a Doménico, quienes tienen sus propias obsesiones.
Me gustó mucho cómo se intercalan las partes del pasado en la época del pintor con las partes en el presente en la vida de Alfredo, cada una tiene un todo y un estilo que las diferencia. También me gustaron las referencias, tanto dentro del texto como al final de él, de enlaces para ver más obras de arte.
En cuanto a los adultos, destaca el padre de Alfredo, un abogado que encierra un secreto que pudo haber mejorado la relación con su hijo desde muchos años atrás. Él insiste en que siga la misma carrera que él pero Alfredo sabe defender sus convicciones.
Una historia con un misterios, con amores y con desencuentros, recomendable para quienes también disfrutan del arte.
Como ya lo señalé al inicio, leí este libro en Bookmate, si estás interesado en conocer esta plataforma de lectura, usa este enlace para obtener un mes premium gratis.
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