Durante los años que estudié en la universidad fui lectora asidua de Arturo Pérez-Reverte. Recuerdo los tomos gordos de Alfaguara de la biblioteca igual que como empecé a leer a Almudena Grandes: ejemplares leídos y releídos que me acompañaron durante varios semestres.
Al terminar la carrera lo seguí leyendo con más pausa pues ahora debía esperar a que publicara algún volumen nuevo. Disfruté "El francotirador paciente" y "El tango de la guardia vieja". Con "Falcó" había decidido posponer su lectura desde que asistí a la presentación del libro en la FIL 2016 y comentaban el tipo de personaje que era el protagonista. De todas maneras, me decidí y la leí y a pesar de todos los pesares, la disfruté.
Uno debe leer con ganas de creer, sin ganas de buscarle tres pies al gato y seguir la historia tal como la narran: ¿que el protagonista puede contra 10 sujetos armados?, lo creemos. ¿Que el protagonista consigue a todas las mujeres de 10 kilómetros a la redonda?, lo creemos. Estoy exagerando, obviamente pero es la idea.
Una historia para pasar un rato entretenido y no dejarse llevar más allá de un relato de ficción.
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