¿Dónde están las personas que hacen ejercicio por puro gusto? Yo lo he hecho y de verdad da gusto, provoca un tipo de felicidad diferente al resto, el problema es quedarte nada más con esa felicidad sin volverla la recompensa de algo o el permiso para comer dos kilos de algo. Difícil, muy difícil camino.
jueves, 24 de octubre de 2013
Día 786
Solamente hice media hora de ejercicio, con el video de kickboxing. Empleé la mayor parte de la tarde en terminar y fotografiar el chal de calaveras y en pensar. Pensar en el enorme esfuerzo que fue tejer ese chal de más de un metro cuadrado y 500 gramos de estambre, de las horas que pasé en el sillón sentada tejiéndolo, viendo pelis, series, a mi marido, peleándome con el patrón, reconciliándome con el patrón y vi que esa relación la tengo con casi todo: con hacer ejercicio, con llevar la casa (cocinar, lavar, limpiar), con comer y con el trabajo. Es un estira y afloja que me hace la vida pesada en apariencia por nada, pero que obviamente tiene algo de trasfondo. Y me di cuenta de que la mayor parte de los blogs de ejercicio que leo son así: tienen un trasfondo que no se ve a simple vista: una mala relación de los autores consigo mismos. La mayoría hacen ejercicio por miedo a comer y subir de peso o por poder comer lo que quieran y eso es preocupante. A mí me preocupa ser así y basar mis acciones en una especie de castigo-recompensa que no tiene nada de sano.
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