Con eso de que cambian de clases en el gimnasio como cambiar de calcetines, quitaron la de aerobox y por eso terminé en la de spining, por lo menos con el que considero el mejor instructor del momento. Estuvo pesada la clase, fue de mucha fuerza, nos "midió" con un minuto a la máxima resistencia que aguantamos. Pero la clase se salva con la música y se vuelve disfrutable.
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