lunes, 13 de septiembre de 2010

13/30 days of me

Ah, la consigna de hoy es difícil, es escribirle una carta a alguien que nos haya lastimado recientemente:

Cuando me criticas a mí, a mi persona y a mi manera de ser, en lugar de a mi trabajo, me lastimas. Porque al hablar de "buenas actitudes" y tolerancia, al pedirlas para ti pero exigirme a mí que cambie para adaptarme a tu forma de ser y de ver las cosas, eso es intolerancia. Critica mi trabajo, eso me enriquece y me permite ser de verdad un elemento eficiente en el equipo del que formamos parte, pero no me pidas que deje de ser quien soy sólo para que tú estés cómod@ en la oficina. Yo valoro más el trabajo bien hecho y a tiempo, que la socialización que entorpece el flujo del trabajo. Creo que soy un excelente elemento de trabajo y al pedirme que sea lo que no soy, entorpeces mi desempeño. Ojalá podamos seguir trabajando en armonía, como hasta ahora, donde yo he tratado de respetar tus características y espero que tú respetes las mías.

2 comentarios:

  1. Nunca fue mi intensión lastimarte, y estoy segura que de los demás tampoco.
    Lo que he conocido de ti me ha gustado mucho, hay tantas riquezas en tu reino y yo sólo intentaba decir que quería conocer más de ti, poder tratarte más. Y se muy bien que esa es tarea de dos. No era mi intensión lastimarte y si así fue discúlpame. No lo dije por criticar, al contrario, intenté decir que las puertas están abiertas, como se que tú las abrirías para mi.

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