Patricia García-Rojo Cantón es una escritora española de literatura infantil y juvenil, con esta novela ganó el Premio Gran Angular 2023.
Se trata de la historia de un pueblo en el cual todos sus habitantes pueden convertirse en animales, la mayoría en aves, debido a eso Ana, que se convierte en ciervo, no encaja del todo. Su mejor amigo es Tomás, un hombre que se convierte en corzo, de más edad que ella pero con quien parece tener mucho más en común que con el resto de los habitantes, incluida su familia.
Me gustó mucho la manera en la que se incluyen los elementos sobrenaturales: sin dar ninguna explicación: uno como lector debe asumir el hecho de que una persona se convierte en tres o cuatro aves y que la protagonista no. Así, el punto de vista de Ana es diferente del resto, no solamente por su manera de desplazarse sino por los sentidos que se le agudizan al convertirse.
La relación que tiene Ana con Tomás es más cercana que un maestro pero no tan intrusiva como un familiar: logran tener conversaciones como iguales, a pesar de la diferencia de edades y eso también es una forma de ser diferentes.
Los personajes que se convierten en lobos y le dan título al libro no son nuevos en el pueblo, sin embargo producen un rechazo casi instantáneo en los habitantes: el mal recuerdo que tienen no les permite ver con claridad y buscan culparlos de cualquier cosa fuera de lo común que sucede: son intolerantes y juzgan sin tener toda la información.
Me gustó cómo se aborda el tema de las diferencias de una manera sutil y metafórica, sin que se vuelva una lección que los lectores jóvenes deban aprender sino como parte natural de la historia y el inicio de una reflexión de las propias experiencias.
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