En mi caso este blog empezó hace poco más de 8 años con una intención completamente distinta a la actual. Con el paso del tiempo fue cambiando hasta convertirse en lo que es hoy: una bitácora de mis lecturas, lo que antes hacía en hojas de cuaderno: notas de los libros leídos, impresiones, citas, mi opinión. No suelo decirles reseñas a las entradas que publico cuando las comparto en mi cuenta de Twitter porque al haber estudiado la licenciatura en Letras Hispánicas sé que les falta mucho para serlo. Yo considero comentarios, reacciones y pensamientos, más que un acercamiento formal al texto.
Mis gustos de lectura se dividen en dos grandes grupos que suelen coincidir: la literatura infantil y juvenil y la obra escrita por mujeres. Desde mi ya lejana pubertad me ha gustado leer las obras dedicadas a este público por su frescura, por los temas que aborda y por el puro gusto. Los libros escritos por mujeres han sido una lectura desde siempre. Participé en la iniciativa Adopta una autora con mis entradas acerca de Almudena Grandes y en el blog he registrado desde hace un par de años mis lecturas como parte de la iniciativa #LeoAutorasOct que consiste en leer solamente libros escritos por mujeres durante ese mes.
Elegí esta novela de Jaime Alfonso Sandoval para participar en esta dinámica porque se ha convertido en uno de mis autores favoritos desde que leí su trilogía de Mundo Umbrío. Se trata de la historia de Cuauhtémoc Rojo, un puberto que vive en México Nuevo, a quien el destino le hace varias malas jugadas. No quiero contar más de la trama porque se trata de una novedad editorial y hay muchos detalles que es mejor ir descubriendo conforme avanza la lectura.
Me gustó mucho la forma de crear este país: ya en Mundo Umbrío habíamos presenciado la creatividad para darle vida a un universo pero en este caso la mezcla que hace de lo ya conocido con lo proyectado es maravillosa. Pero no maravillosa de hermosa, no, de bien escrita. Porque México Nuevo es todo menos bonito. Tal como lo menciona la publicidad, es una distopía mexicana: aquí la fusión entre lo prehispánico y lo mestizo llega a niveles altísimos. Y como buena distopía es perfectamente creíble que si seguimos como vamos, pueda llegar a ser nuestro futuro, no muy lejano.
En cuanto al protagonista, Temo, me gustó mucho cómo se trata de un ser con altas y bajas, un puberto al que no le da vergüenza llorar, que está en el proceso de descubrir el mundo y descubrirse a sí mismo. Los personajes adultos se pueden dividir en dos: los que lo ayudan y los que no. Entre los primeros están los miembros de la Resistencia y entre los segundos, sus propios padres. Digamos que no son ni los típicos padres que le dan todo a su hijo ni los que lo ignoran por completo, sino que más bien le otorgan el beneficio de la duda.
El desenlace me dejó satisfecha, después de tanto sufrimiento del pobre Temo, un rayo de esperanza se agradece.
Una novela para reflexionar, recomendable para todo público, especialmente para quienes deseen ciencia ficción con humor.
¡Bienvenida a la dinámica! Gracias por formar parte de #BooktubeDelPresente 😀
ResponderEliminarGracias a ustedes por organizarla ;)
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