Antonio Malpica es uno de mis autores favoritos de LIJ. Sus obras siempre me mueven pero nunca me había pasado lo que me sucedió con esta novela. Puede ser que haya influido que la leí mientras esperaba mi cita en el IMSS, puede ser que era un día lluvioso, puede ser que traía algunos asuntos emocionales atorados. El caso es que me sentí reflejada en Billie, no tanto por la situación en sí, sino por los sentimientos que expresa, por las revelaciones que va teniendo a lo largo de la historia, especialmente esta:
"Por eso hasta la fecha sigo escogiendo lo que me hace más feliz, lo que me colma más el corazón de buenos sentimientos, de ganas de cantar y bailar y sentirme dichosa".
Y esa cita se une perfectamente con el concepto de "galofrar":
Pero, ¿de qué se trata esta novela? Es la historia de Billie Luna, una mujer de 33 años que está a punto de firmar un contrato para desarrollar software para una gran empresa francesa. Tiene dos hijos que son tremendos en su presencia y un poco más civilizados con la abuela. Tiene una hermana, Sarah, que vive en el sureste del país y un mejor amigo, Nene, a quien conoce desde los seis años. Su papá lleva 19 años en coma y un buen día despierta para provocar una revolución en la familia.
Si bien está publicada como parte de la colección Zona libre de Ediciones Norma que está dirigida a lectores de 13 años en adelante, sin embargo, igual que como me pasó con "Muchas gracias señor Tchaikovsky" de M. B. Brozon, me parece que los temas tratados no son tan atractivos para alguien de esa edad, no solamente por la edad del protagonista sino por el modo de abordarlos.
Me gustó mucho la dinámica que hay entre Billie y su mamá: está ahí para apoyarla sin juzgarla. Es la persona incondicional que le permite cometer los errores que debe cometer para llegar a sus propias conclusiones.
Recomendable más para adultos que para pubertos, cuídense si andan sensibles.
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