viernes, 15 de marzo de 2013
Full Metal Jacket
Stanley Kubrick es de esos directores que uno ve y vuelve a ver y siempre es diferente en sus pelis. Debo confesar que ésta en particular no se me antojaba mucho, por ser de guerra el tema principal, pero me sorprendió. Sí está el estereotipo del general-coronel-o-lo-que-sea que se dedica a maltratar a los cabos (¿es eso bullying?), el que siemrpe se equivoca y recibe todos los castigos, la masa de soldados y el narrador.
De alguna manera y casi sin que lo notemos, la historia muestra rasgos de humanidad donde parece que no los hay: el loco que se harta, por ejemplo.
Cuando ya están en el campo de batalla es otra cosa, sin el general-coronel-o-lo-que-sea al mando, los propios soldados deben ser responsables de sí mismos y de su unidad completa, tomar decisiones y asumir lo que pase.
El final juega a ser esperanzador pero es sólo otra muestra de humanizar todo el asunto: son nada más que niños jugando a la guerra, contentos de volver al cuartel, contentos de no haber muerto ese día.
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