Judith Kerr es una de las primeras autoras que leí de manera independiente cuando era niña. Su novela (que luego supe es parte de una trilogía) Cuando Hitler robó el conejo rosa es de mis favoritas no solamente por la época que retrata sino porque la familia protagonista es entrañable.
Esta novela corta fue la última que publicó en vida en 2015 a los 95 años de edad. Está contada desde la perspectiva de Tommy, un niño que tiene una hermana pequeña, la cual está en segundo grado y la mascota del grupo es Snowflake. Por circunstancias ajenas a ellos, deben cuidar al conejo durante algunos días y en ese periodo suceden cosas que Tommy califica como maldición.
Me gustó mucho el ritmo de la narración: a través de capítulos cortos se avanza rápidamente en la historia y queremos saber qué más sucederá. Las ilustraciones son de la misma autora y muestran detalles que complementan la trama.
En cuanto a los adultos de la historia, tenemos por un lado a los padres de Tommy: el papá es actor y está en la búsqueda de un trabajo; la mamá trabaja en casa y colabora con la carrera de su esposo. También están los amigos del papá: un director y otro actor, quienes serán parte de los hechos que Tommy considera una maldición.
Mi personajes favorito es Angie, la hermana pequeña, pues está encantada con la presencia de Snowflake y, sin proponérselo, influye en los hechos que suceden después de la maldición.
Una historia sobre las oportunidades que se pierden y cómo aprovechar las situaciones que se presentan.
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