Se trata de la historia de Hannah casada con Owen quien tiene una hija de un matrimonio previo. La relación entre la puberta y la protagonista no es la mejor y las cosas empeoran cuando el padre desaparece al destaparse un escándalo en la compañía donde trabaja. A partir de ese momento Hannah deberá hacerle caso a su instinto para poder cumplir con la misión que le encomendó Owen: proteger a su hija Bailey.
El misterio acerca de Owen se va descubriendo de a poco y las conjeturas que uno como lector podría tener no se relacionan para nada con los verdaderos motivos de su desaparición. Me gusta cómo se van presentando los datos con una serie de flashbacks que van retrocediendo en el tiempo hasta que, junto con Hannah, vamos resignificando las pistas que le fue dando a lo largo de su relación.
Me gustó mucho cómo va evolucionando la relación entre Bailey y Hannah pues no se siente forzada: se siguen peleando e ignorando pero la adulta decide tratar a la puberta sin mentiras y eso ayuda mucho a que se abra y puedan sincerarse.
Si bien hubo algunos detalles inverosímiles, creo que en general es una historia que atrapa desde los primeros capítulos y que no se puede dejar de leer.
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