Esta historia se trata de Karen una puberta que vive con sus papás y sus dos hermanos, Jeff y Amy. Su mamá se dedica a restaurar muebles y su papá atiende el negocio familiar, recientemente las cosas entre ellos no parecen estar bien y discuten todo el tiempo, así que el anuncio de la separación es inminente.
Me gustó cómo la autora aborda el tema del divorcio desde la perspectiva de la puberta, cómo trata de solucionarlo a su manera para darse cuenta al final de que es la mejor solución. Me parece que retrata toda la situación sin irse al drama y sin minimizarlo, tal como lo podría experimentar uno de los involucrados.
Para la época en la que fue publicado los divorcios no eran muy comunes, en la actualidad son cada vez más las parejas que se separan y los hijos son quienes menos son tomados en cuenta y quienes no saben cómo lidiar con esa nueva dinámica familiar, por eso me parece que sigue siendo relevante esta historia para los lectores actuales.
Mi personaje favorito es Val, una de las amigas de Karen, también está atravesando por una situación complicada y eso le ayuda a Karen a no sentirse tan fuera de lugar como con el resto de sus amigas.
Una historia sobre la familia y el amor que se tienen, a pesar de todas las adversidades.
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