Se trata de la historia de Noemí Taboada una joven que vive en la Ciudad de México en los años cincuenta. Un día su familia recibe una carta muy extraña de su prima Catalina, por lo que decide ir a visitarla. En apariencia se trata de una complicación de una enfermedad pero luego Noemí y los lectores nos vamos dando cuenta de que es mucho más que eso.
Me costó entrar en la atmósfera de la novela pero una vez que empiezan a suceder los hechos sobrenaturales y se cuentan los antecedentes del presente, me enganchó por completo, tanto que el final me parece que llegó muy rápido.
Noemí es un personaje fuerte y extraño para la época en la que está situada la historia, al principio me pareció incluso chocante su actitud pero luego resultó muy útil para poder salir airosa de los problemas que se le presentaron.
Me gustó mucho cómo se explica la relación de la familia Doyle con la casa, con la mina y con el futuro que tienen planeado puesto que cada uno de los integrantes tiene un papel que cumplir aunque algunos de ellos no estén tan convencidos de lograrlo.
Una historia sobre las apariencias que engañan, así como acerca de las familias y sus costumbres.
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