Como los horarios y las clases en el gimnasio siguen vueltas locas, entré a spinning, nada más para encontrarme con que no era el instructor que esperaba sino otra y ya me ido pena salirme. No me gustó su estilo, muy desorganizado: "denle una vuelta más", "quítenle dos vueltas". No, no, no, mejor como la otra instructora que te va diciendo cuántas vueltas son. Por lo menos tuve chance de ver la clase con nombre extraño (px9 o algo así) y creo que me voy a animar a entrar cuando esté en el horario que me convenga.
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