Éste es uno de los ejercicios más divertidos, además de engañadores. Parece que no se hace ningún esfuerzo, pero luego de estar aleteando, se cansan los brazos. Y entre el cansancio y la risa de tener que seguir aleteando, a veces no lo logro y me caigo al agua.
Aquí se puede apreciar el recorrido completo.
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