martes, 21 de enero de 2025

Lo que comen los diablitos

Juan Carlos Quezadas es uno de mis escritores favoritos de literatura infantil y juvenil de México. Sus historias siempre sorprenden ya que tienen una mezcla de personajes, situaciones y lugares que las hacen únicas.

En este libro conocemos a los mellizos Emilio y María, uno nació el 28 de febrero y el otro el 29 de febrero y este será un detalle decisivo en la trama. La historia comienza cuando se mudan con su mamá a un departamento en las Torres de Mixcoac, un lugar caracterizado por los microsismos.

Me encantó la manera en que las piezas van encajando, todos los elementos tienen una razón de ser y, conforme vamos avanzando en las páginas, nos damos cuenta de que nada es casualidad. 

No sé cuál de los dos hermanos es mi favorito porque, a pesar de ser mellizos, cada uno tiene una personalidad bien definida en la que si bien comparten algunos rasgos, son las diferencias las que permiten que se complementen.

En el caso de los adultos, hay uno que desde que aparece por primera vez sabemos que no es una buena señal para los protagonistas y no me refiero a quien le da el título al libro, sino a la vecina odiosa que existe en todos los edificios.

Ahora sí, en lo que se refiere a quien le da el título: cumplió y rebasó mis expectativas por completo, ya que no solamente lo conocemos en el momento presente, sino que somos testigos de capítulos de su historia a lo largo del tiempo y cómo se conecta con el sitio donde viven él y los humanos. Cada una de las partes de su pasado tiene un detalle que conecta con el presente.

Una historia sobre la familia, los miedos y cómo afrontarlos.



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