Connie Willis es una de mis escritoras favoritas. Tuve la oportunidad de escucharla hace unos años en la Comic-Con de San Diego y es tan amena al hablar como al escribir. Decidí releer dos de sus libros en preparación para el lanzamiento de su nueva novela: The Road To Roswell.
Mi segunda relectura fue la primera novela de la saga de Los Historiadores de Oxford en la cual Kivrin hace un viaje en el tiempo hacia la Edad Media en el que las cosas no salen como se esperaba. Al mismo tiempo en la Universidad en el año 2054 hay una pandemia que dificulta darle a Kivrin el apoyo que necesita.
Al igual que en Tránsito, lo más importante de la novela son sus personajes: en el presente tenemos a James Dunworthy, uno de los profesores de Kivrin, quien no deja de buscar cómo apoyarla; Mary Ahrens, interesada en lidiar con la pandemia; Colin, un puberto que llega a Oxford y será una pieza clave para la trama. En el pasado a Rosemund y Agnes, hermanas de la familia a la que llega Kivrin y con quien desarrollar una relación que ella no se esperaba.
Kivrin no solamente es una protagonista independiente sino también receptiva a su entorno: cuando se da cuenta del lío en el que está no busca solamente su bienestar sino que también encuentra la manera para apoyar a los habitantes del pueblo, con los recursos con los que tiene a la mano. La parte de la narración que está en primera persona desde su perspectiva es conmovedora pues la acompañamos en el descubrimiento del momento al que viajó así como los cambios que tiene en su propia percepción tanto de ella misma como de su profesión.
Una historia llena de emociones, de sorpresas y de personajes entrañables.
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